Disculparse

Disculparse

(0.00)

Este cuento aún no ha sido valorado, se el primero en valorarlo

Priscila, con lágrimas en los ojos, se acercó a Lila y le dijo: "Lo siento, he sido arrogante y no he valorado lo que realmente importa. Quiero ser tu amiga y aprender de ti." Lila, con una sonrisa cálida, la abrazó y le dijo: "Siempre hay espacio para la amistad en mi corazón."

A partir de ese día, Priscila y Lila se convirtieron en inseparables. Juntas, exploraron el Bosque de Perales, ayudando a otros animales y compartiendo risas. Priscila aprendió que la verdadera belleza radica en la bondad y la generosidad, y que la amistad es el tesoro más valioso que uno puede tener.

El bosque se llenó de alegría y amor, y Priscila se dio cuenta de que ser admirada no era lo más importante; lo que realmente contaba era tener amigos que la querían por quien era.

¡Fin!