El Tesoro Perdido

Las amigas decidieron buscar el tesoro primero. Mientras exploraban la isla, encontraron un cofre enterrado en la arena. Sin embargo, al abrirlo, el gran pulpo apareció de repente, protegiendo su hogar.

"¿Por qué han venido a mi isla?" preguntó el pulpo, con una voz profunda. Lora, asustada, dijo: "Solo queríamos encontrar el tesoro, no queríamos molestarte." El pulpo, al ver su sinceridad, sonrió y dijo: "Si me prometen que no volverán a molestarme, les dejaré llevarse una parte del tesoro."

Las amigas, aliviadas, aceptaron la oferta del pulpo. Aprendieron que a veces, la honestidad y el respeto son más valiosos que cualquier tesoro. Regresaron a su barco con algunas joyas y una gran lección sobre la amistad y el respeto por los demás.