Decididos a confiar en el Cazador del Infinito, los tres héroes formaron una alianza. “Juntos somos más fuertes,” afirmó el Unicornio de la Esperanza, mientras el Canguro Estelar asentía con entusiasmo.
El Cazador del Infinito, aunque dudoso, sintió un destello de esperanza. “Si vamos a luchar, debemos conocer nuestros poderes,” sugirió. Así, cada uno compartió sus habilidades: el Canguro Estelar podía saltar y esquivar ataques, el Unicornio de la Esperanza podía curar y proporcionar luz, y el Cazador del Infinito era un maestro en el combate.
Con sus habilidades combinadas, se sintieron más fuertes. Sin embargo, una pregunta persistía en el aire: “¿Qué amenaza enfrentamos?” En ese momento, un eco resonó en el campo, revelando la presencia de un enemigo antiguo, un ser que había estado acechando en las sombras.