Tras la feroz batalla, los héroes se encontraron de pie, exhaustos pero victoriosos. “Lo hicimos,” exclamó el Canguro Estelar, mientras el Unicornio de la Esperanza sonreía con orgullo.
El Cazador del Infinito, con lágrimas en los ojos, se dio cuenta de que había encontrado un nuevo propósito. “Gracias por darme una oportunidad,” dijo, su voz llena de gratitud.
Juntos, celebraron su victoria, sabiendo que habían superado no solo a un enemigo, sino también sus propios miedos y desconfianzas. La luz del Unicornio iluminó el campo, simbolizando un nuevo comienzo.