La Oscuridad - La Cueva de los Murciélagos

Al decidir adentrarse en la oscuridad, los amigos sintieron cómo el aire se volvía más frío y denso. La Niña se aferró al Juglar, mientras el Duende intentaba hacer chistes para aliviar la tensión. Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que la oscuridad era más profunda de lo que esperaban.

De repente, un ruido sordo resonó en la cueva, y los amigos se detuvieron en seco. Un gran murciélago apareció, volando hacia ellos. El Duende gritó y corrió hacia atrás, mientras que la Niña se quedó paralizada. El Juglar recordó que debían permanecer juntos y, con valentía, levantó su voz para cantar una melodía suave.

El murciélago, sorprendido por la música, se detuvo y comenzó a volar en círculos. Los amigos se dieron cuenta de que la música podía calmar incluso a las criaturas más temibles. Al final, lograron salir de la cueva, habiendo aprendido que la valentía y la unión son más poderosas que el miedo.