Iluminando el Camino

Lira miró a Roderick y Zarek, sintiendo que su misión era más importante que nunca. "Debemos iluminar este bosque, no solo para nosotros, sino para todos los que se han perdido aquí. ¿Me ayudarán?"

Roderick, aunque un poco escéptico, asintió. "Si iluminas el camino, quizás encontremos el tesoro que buscas, Lira." Zarek, intrigado, se ofreció a ayudar. "Tengo algunas herramientas en mi nave que podrían ser útiles."

Juntos, comenzaron a encender antorchas y a explorar el bosque. A medida que avanzaban, los susurros se volvían más claros, revelando historias de aquellos que habían estado allí antes. Lira se sintió inspirada y comenzó a contar las historias que escuchaba, mientras Roderick y Zarek la escuchaban con atención.

De repente, se encontraron con un anciano que parecía perdido. "¿Quiénes son ustedes?" preguntó con voz temblorosa. "He estado vagando aquí por días, buscando el camino de regreso a casa." Lira se acercó y le ofreció su antorcha. "Ven, te ayudaremos a encontrar el camino."

El anciano sonrió, agradecido. "Gracias, jóvenes. Pero antes de irme, debo advertirles sobre el tesoro que buscan. No todo lo que brilla es oro, y a veces, el verdadero tesoro está en la amistad y la bondad."

Con esas palabras resonando en sus corazones, Lira, Roderick y Zarek se dieron cuenta de que su misión había cambiado. Ahora, no solo buscaban un tesoro, sino también la forma de ayudar a los demás en el bosque.