El Caballero y la Alquimista

En un bullicioso mercado medieval, lleno de colores y aromas, un valiente caballero llamado Sir Hugo paseaba entre los puestos. Las frutas brillaban bajo el sol, y los comerciantes ofrecían sus productos con entusiasmo. Sir Hugo, con su armadura reluciente y su espada al cinto, estaba en busca de un ingrediente especial para una poción mágica que necesitaba su amiga, la alquimista Lady Elara.

Lady Elara era conocida en todo el reino por sus habilidades mágicas. Se decía que podía transformar cualquier cosa en algo extraordinario. Sin embargo, para completar su última creación, necesitaba un raro cristal que solo se encontraba en el mercado de la ciudad. Sir Hugo decidió ayudarla y se aventuró al mercado con la esperanza de encontrar el cristal.

Mientras caminaba, escuchó a un anciano vendedor gritar: "¡Cristales mágicos! ¡Cristales que brillan como estrellas!" Sir Hugo se acercó emocionado, pero el anciano le advirtió que había dos tipos de cristales: uno que era verdadero y otro que era falso. "Si eliges el falso, tu amiga no podrá completar su poción", dijo el anciano con voz grave.

Sir Hugo se sintió confundido. ¿Cómo podría saber cuál era el verdadero? Miró a su alrededor y vio a otros comerciantes. Tenía que tomar una decisión. ¿Debería preguntar a los otros vendedores sobre los cristales o intentar adivinar cuál era el correcto?