Buscar por su Cuenta

Sir Hugo decidió seguir buscando por su cuenta. Caminó por el mercado, observando cada puesto con atención. Finalmente, se detuvo en un pequeño puesto que no había visto antes. Allí, una anciana vendía cristales de todos los colores.

"¿Tienes el cristal mágico que brilla con luz propia?" preguntó Sir Hugo. La anciana sonrió y le mostró un cristal que brillaba en un hermoso color azul. "Este es el verdadero, joven caballero. Tómalo, y asegúrate de usarlo sabiamente."

Sir Hugo tomó el cristal con gratitud y se dirigió a la casa de Lady Elara. Cuando llegó, ella sonrió al verlo. "¡Has traído el cristal!" exclamó. Juntos, comenzaron a trabajar en la poción mágica. Después de un rato, la poción brilló con un resplandor dorado, y ambos se sintieron felices de haber logrado su objetivo.