Confiar en el Hombre de las Joyas

Sir Hugo decidió confiar en el hombre de las joyas. Se acercó al puesto y le dijo: "Creo que el cristal verdadero es el que brilla más intensamente." El hombre sonrió, pero su mirada era astuta. "Muy bien, joven caballero. Toma este cristal dorado, es el más brillante de todos."

Sir Hugo tomó el cristal, pero cuando se lo mostró a Lady Elara, ella frunció el ceño. "Este cristal no tiene poder mágico, es solo un adorno. Debes tener más cuidado al elegir tus decisiones, Sir Hugo."

Desanimado, Sir Hugo se dio cuenta de que había confiado en la persona equivocada. Aprendió que no siempre se puede confiar en las apariencias y que es importante escuchar a los demás.