La Cueva de los Goblins

La Cueva de los Goblins

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En un reino lejano, donde los bosques eran densos y las montañas se alzaban como gigantes de piedra, un valiente caballero llamado Sir Alaric se preparaba para una nueva aventura. Su armadura brillaba bajo el sol, y su espada, forjada en el fuego de los dragones, estaba lista para cualquier desafío. Sin embargo, esta vez no estaba solo. A su lado, el astuto Maestro Eldrin, un alquimista de renombre, lo acompañaba. Eldrin era conocido por sus potentes pociones y su sabiduría en el arte de la alquimia.

Ambos se dirigían a la temida Cueva de los Goblins, un lugar envuelto en leyendas y rumores. Se decía que los goblins, criaturas traviesas y astutas, guardaban un tesoro invaluable en su interior. Pero también se hablaba de trampas mortales y engaños que podrían llevar a los intrusos a su perdición.

Al llegar a la entrada de la cueva, una oscura y estrecha abertura en la roca, Sir Alaric miró a Eldrin y dijo: "¿Estás listo para esto?". Eldrin, con una sonrisa confiada, respondió: "Siempre estoy listo, pero debemos ser cautelosos. Los goblins son más astutos de lo que parecen".

Con un último vistazo al sol que se ocultaba, ambos entraron en la cueva. La oscuridad los envolvió, y el eco de sus pasos resonó en las paredes. De repente, un sonido extraño interrumpió el silencio: risas burlonas y murmullos provenientes de las profundidades. Los goblins estaban cerca.

¿Qué camino eliges?