Amistad con los Aldeanos

Elena decidió contarle al troll sobre su amistad con los aldeanos. "Los aldeanos son amables y siempre están dispuestos a ayudar. Si te unes a nosotros, podrías tener muchos amigos". El troll, intrigado, preguntó: "¿De verdad?".

Fernando asintió. "Sí, todos merecen una segunda oportunidad. Si les demuestras que eres amable, te aceptarán". El troll, sintiéndose esperanzado, sonrió por primera vez. "Me gustaría intentarlo". Desde ese día, el troll se convirtió en un amigo de Elena y Fernando. Juntos, regresaron a la ciudad amurallada y explicaron a los aldeanos que el troll solo quería compañía.

Con el tiempo, el troll se ganó la confianza de todos y se convirtió en un protector de la ciudad. Todos aprendieron que la amistad puede superar cualquier miedo y que a veces, solo se necesita un poco de comprensión para cambiar las cosas.