Entender al Troll

Entender al Troll

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Elena miró al troll y le dijo: "Entendemos que debes estar triste y solo. A veces, las personas hacen cosas que no quieren hacer porque se sienten heridas". El troll, sorprendido por su comprensión, bajó la mirada. "Sí, me siento solo. Nadie quiere ser mi amigo porque piensan que soy malo".

Fernando se acercó y dijo: "No eres malo. Solo necesitas un amigo. ¿Te gustaría ser nuestro amigo?" El troll, con lágrimas en los ojos, asintió lentamente. "Me gustaría, pero tengo miedo de que me rechacen". Elena sonrió y le dijo: "No te rechazaremos. Todos merecemos una segunda oportunidad".

Desde ese día, el troll se convirtió en un amigo de Elena y Fernando. Juntos, regresaron a la ciudad amurallada y explicaron a los aldeanos que el troll solo quería compañía. Con el tiempo, el troll se ganó la confianza de todos y se convirtió en un protector de la ciudad.

¡Fin!