Hablar con los Aldeanos

Elena y Fernando decidieron que lo mejor sería hablar con los aldeanos para entender mejor la situación. Se acercaron a un grupo de personas que estaban murmurando preocupadas. "¿Qué ha pasado con el troll?" preguntó Elena con curiosidad.

Un anciano del grupo, con una larga barba blanca, respondió: "El troll ha estado robando nuestras provisiones y asustando a nuestros niños. Pero, ¿sabías que antes era un troll amable?" Elena y Fernando se miraron sorprendidos. "¿Amable?" preguntó Fernando. "Sí", continuó el anciano, "hace años, el troll ayudaba a los aldeanos, pero un día, se sintió traicionado y se volvió solitario".

Elena sintió una punzada de tristeza. "Tal vez solo necesita un amigo", dijo. Fernando asintió. "Deberíamos intentar hablar con él y ofrecerle nuestra amistad". Pero antes de ir, los aldeanos les dieron dos opciones: ¿deberían llevar un regalo para el troll o ir sin nada y hablar directamente?